Hola, soy Lucía, dietista y estudiante de nutrición y este proyecto ha nacido de me gran pasión por la nutrición y el deporte. Desde que tengo uso de razón, siempre he valorado la importancia de la nutrición y el deporte en nuestras vidas. En un mundo que se vuelve cada vez más sedentario y donde el consumo de alimentos procesados está en su punto más alto, siento una profunda responsabilidad de cuidar de mi salud a través de una alimentación adecuada y una actividad física regular.
Cada día, me esfuerzo por hacer elecciones conscientes sobre lo que pongo en mi plato. Evito los alimentos ultraprocesados, cargados de azúcares y grasas trans, y en su lugar, opto por ingredientes frescos y naturales. Creo firmemente que la comida es nuestra medicina y que lo que comemos impacta directamente en cómo nos sentimos, tanto física como mentalmente. Me tomo el tiempo para planificar mis comidas, asegurándome de que incluyan una variedad de frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros.
Además de una dieta equilibrada, el deporte ocupa un lugar fundamental en mi rutina diaria. Ya sea correr al aire libre, practicar yoga o levantar pesas en el gimnasio, encuentro en el ejercicio una fuente inagotable de energía y bienestar. Sé que en esta era digital, donde pasamos tantas horas sentados frente a una pantalla, es crucial mantenerse activo para combatir el sedentarismo y sus efectos negativos en nuestra salud.
Me duele ver cómo muchas personas han perdido el conocimiento sobre una alimentación saludable y los beneficios del ejercicio. La publicidad nos bombardea con opciones rápidas y poco saludables, y cada vez más gente cae en la trampa de la conveniencia a costa de su bienestar. Sin embargo, estoy convencido de que, con dedicación y educación, es posible revertir esta tendencia.
En mi vida, la nutrición y el deporte no son solo hábitos, son una forma de honrar mi cuerpo y mi salud. A través de ellos, busco inspirar a otros a hacer lo mismo, a redescubrir el poder de una alimentación consciente y la vitalidad que brinda el movimiento. Porque al final del día, nuestra salud es nuestro tesoro más valioso, y es nuestra responsabilidad cuidarla con el respeto y el amor que se merece.
